
La cocina polaca es muy variada y es una de las cosas que más nos sorprendió en nuestro viaje a Cracovia. Es bastante diferente a la cocina española, argentina o escocesa, que son las tres tradiciones gastronómicas que seguimos normalmente en casa y además ofrece platos muy variados que las personas vegetarianas o con especial predilección por las verduras también pueden disfrutar. Algunas de las cosas que probamos y más nos gustaron fueron las siguientes:
– Las sopas: Parece una regla matemática que siempre se cumple, pero en los lugares donde hace mucho frío siempre encontramos excelentes sopas. Nosotros lo descubrimos cuando nos mudamos a Escocia y obviamente, Polonia no es la excepción. La sopa más famosa probablemente sea la sopa zurek, que tiene un sabor amargo y esta hecha a partir de ajo, harina de centeno, huevos cocidos y salchichas. También es conocida la sopa de remolacha o barszcz czewwony, que destaca por encima de todas con su precioso color rojo.

– Los pierogi: Podríamos describir un pierogi como una especie de dumpling o empanadilla rellena, que se hierve en agua durante cuatro minutos. Los hay de muchos tipos, pero nosotros disfrutamos mucho con los tradicionales de patata y queso, que nos sirvieron con un poco de mantequilla y cebolla frita por encima. También los probamos de repollo y setas y en su versión dulce, rellenos de fresas. Son extremadamente baratos (alrededor de 13 szlotys la ración de ocho) y los encuentras prácticamente en todas partes.
– Los pretzels: Se venden en puestos callejeros, son grandes y con su tradicional forma de lazo. Los hay con semillas de sésamo por encima, amapolas e incluso queso. Nosotros comimos los más habituales, que no llevan nada especial, y estaban muy ricos; con una textura parecida al pan y nada grasientos o pesados. Perfectos para un tentempié.
– El queso oscypek: Se trata de un queso realizado con leche de oveja y ahumado, con lo que el sabor es bastante fuerte y algo salado. Es tradicional de la zona montañosa pero en Cracovia lo encontrarás muy fácilmente: lo más impresionante es que los quesos que se venden enteros están «tallados» por el exterior, con grabados y diferentes dibujos, todos artesanales. Hay también puestos callejeros que hacen trocitos pequeños de este queso a la parrilla, una forma de probarlo muy interesante y que viene genial cuando te apetece un aperitivo caliente.
– Zapiekankas: Para comer mientras estás por la calle o tradicionalmente tras una noche de fiesta, muchos establecimientos de comida rápida venden las famosas zapiekankas. Se trata de un bocadillo caliente con tomate, queso, champiñones y otros ingredientes que se pueden elegir a gusto de cada uno. Es realmente barato y tiene un tamaño espectacular.
– Makowiec: Por último, es necesario recomendar algunos dulces, como el makowiec, que es un dulce relleno de semillas de amapola. Cuando lo comes, piensas que es chocolate por su color oscuro, pero su sabor te sorprenderá! La tarta de queso polaca, o sernik, es también espectacular. Asimismo, hay que destacar los chocolates de la marca Wavel, que casi siempre estan rellenos de una pasta de cacahuete, o de frambuesa e incluso de cereza… si no hablas polaco, probablemente cada bombón sea una sorpresa, igual que la gastronomía del país al que representan.

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