7 cosas diferentes y raras que hacer en América del Sur

Si buascas qué hacer en América del Sur pero todos los planes son parecidos, te presentamos 7 ideas que se salen de lo común. Te darán ganas de viajar ya.

Viajar a América Latina o a América del Sur para ser más precisos es algo que se está volviendo tendencia. Pero tan famoso se está convirtiendo el destino que no siempre es fácil encontrar algo que se salga de lo común. Por eso es que aquí te traemos algo diferente que hacer en América del Sur para que te armes de valor y te arrojes a la aventura.

 

Paraguay: Mezclarte con compradores contrabandistas en Ciudad del Este

Los buses llegan por centenas en un fin de semana desde Brasil y Argentina. No son turistas, son personas que viajan para comprar productos importados de Asia a un precio menor y pasar toda la mercancía como contrabando. Así es la “caliente” Triple Frontera.

Junto a las Cataratas del Iguazú no solo hay naturaleza, sino un mundo ignorado por mucho que podría ser interesante para el viajero intrépido.

Perderse en las calles de Ciudad del Este es encontrarte con mucha gente que corre por todos lados, con un músico que toca el arpa o con puestos de comida callejera. Pero cuando llega el mediodía todo se calma, la gente se sienta a comer y muy pocas cosas se mueven.

Este lugar te puede apasionar o resultar una mala idea. Siempre es bueno intentarlo.

 

 

Perú: subir al Machu Pichu por un camino alternativo

Aunque sea un tanto agotador cada vez es más fácil subir al Machu Pichu. Y como cada vez son más los turistas que viajan es un poco más difícil encontrar algo diferente para hacer. O lo era hasta la aparición de las rutas alternativas.

El Tour Inca Selva, además de la caminata, incluye ciclismo, tirolesa y rafting. Además este recorrido te lleva por la selva y te invita a recorrer algunos caminos alternativos que fueron descubiertos recientemente.

Este paseo es un poco más agotador, pero sus organizadores dicen que se trata de 4 días inolvidables que no se pueden comparar con ningún otro que se haga en la zona.

 

 

Argentina: Visitar el Centro de Memoria Histórica

Visitar la ex ESMA o el Centro de Memoria Histórica es dejar que la historia te dé una bofetada para que despiertes, aprendas y sepas que Argentina es más que una pareja bailando el tango en Caminito.

La ex ESMA cuenta la historia de terror que fue la última dictadura militar y cómo las atrocidades pasaban frente a las narices de todos pero casi nadie podía hablar.

La entrada es gratuita, hay paseos guiados y los empleados del lugar son agradables que te ayudarán a entender lo que ha pasado.

 

Brasil: Comer en un café de menú del día con locales

Sao Paulo es una ciudad caótica. Es la segunda ciudad más poblada de América Latina (20 millones de habitantes) y se puede parecer a Nueva York o Londres en muchos aspectos. Pero hay rincones que te recuerdan dónde estás. Si caminas por las calles que rodean a los grandes edificios de oficinas te encontrarás con locales pequeños cuya puerta no es más que una persiana metálica. Adentro te toparás con trabajadores y obreros comiendo por unos pocos euros. La comida no está mal y lo mejor es que te dan un café pequeño sin pagar nada.

En esos lugares puedes conocer a aquellos que viven en la ciudad, a aquellos que no buscan aparentar nada y a aquellos disfrutan tanto como sufren Sao Paulo.

 

Uruguay: Hacer la ruta de Eduardo Galeano

Como ya contamos en otra entrada hacer la ruta de Eduardo Galeano en Montevideo es una manera diferente de conocer la capital de Uruguay y cómo vivía y disfrutaba de este lugar el escritor y periodista rioplatense.

El recorrido nos llevará por la Plaza Matriz, el Correo Central y su magnífico edificio o si te gusta el fútbol llegarás hasta el mítico Estadio Centenario.

Pero lo más recomendable de esta ruta es visitar la Librería Rinaldi y Riso o el café Brasil, el más clásico de Montevideo.

 

Bolivia: Comer en un mercado local y callejero

Si buscas una aventura de verdad no vayas al típico mercadillo en La Paz o Cochabamba. Adéntrate en algún pueblo, o una ciudad más pequeña. Sigue caminando por sus calles, habla con los locales y descubre dónde está el mercado con productos de la tierra. Cuando te vayas acercando te darás cuenta que estás en el sitio correcto por algunas señales.

Escucharás gallinas cacarear en medio de la calle, tal vez una alpaca o una llama esperará en un rincón y el olor de la comida haciéndose en ese momento penetrará por todos lados.

Los campesinos te hablarán en Quechua o Aimara hasta que alguien con más conocimiento aparecerá y te ofrecerá algún producto en español. pero tu no buscas comprar algo, tu quieres comer.

Si ves alguien sentado en una mesa en medio de la calle no te sorprendas. Agarra una silla, siéntate junto a él y pide una sopa o un estofado. Es mejor cualquier comida que tenga mucho maíz porque es de lo mejor que hay en este país estupendo llamado Bolivia.

 

Ecuador: Visita Vilcabamba, el paraíso de la longevidad

En 1973 Alexander Leaf y Harold Elrick de la Universidad de California visitaron este pueblo y registraron un alto número de personas centenarias. La cantidad de personas que reportaba tener más de 100 años era la más que se haya visto en una localidad. Incluso dieron con alguien que decía tener 140 años. En un censo posterior, de los 819 pobladores de Loja (región donde está Vilcabamba) se encontró 9 personas con más de 100 años, uno con 123 y otro con 142..

Hay un promedio de 1.100 centenarios por cada 100 mil personas. En Estados Unidos, por ejemplo, es de 3 por cada 100 mil.

Vilcabamba es, sin lugar a dudas uno de los lugares que se debería visitar si se busca hacer un viaje de mucha más aventura y diferente a Sudamérica.

[alert type=»general» dismiss=»no»] Este artículo ha sido esrito en colaboración con IncaJungle[/alert]